En la actualidad, estamos inmersos un proceso de concienciación medioambiental que nos lleva al uso, cada día más común, de las energías renovables.
El pasado mes de julio, Daikin publicaba su “I Barómetro del Futuro de la Climatización en España” en el que se recogía información de encuestas realizadas a diferentes segmentos de la población y que revelaba el dato de que un 25% de las viviendas en España cuenta con un sistema de climatización basado en energías renovables y un 21% cuenta con un sistema de #aerotermia.
En las viviendas de nueva construcción, la inclusión de estos tipos de sistema es prácticamente segura y su instalación en viviendas ya construidas esta en aumento como se observa en los datos del estudio de Daikin.
En las viviendas antiguas, la solución más común que se plantea es la sustitución de sistemas tradicionales (calderas de gas, gasoil…) por estos sistemas basados en #fuentesrenovables. Pero, no todas las instalaciones tienen las mismas características ya que en ocasiones no disponemos de espacio para unidades interiores, o la obra a realizar para adaptar la instalación al nuevo sistema se escapa de nuestro presupuesto inicial.
Una solución se presenta en los sistemas de hibridación entre caldera y aerotermia.
Los sistemas de hibridación, como su nombre indica, utilizan ambos sistemas. Este hecho que a ojos de muchos podría parecer una desventaja, se convierte en un sistema muy rentable al disponer de dos fuentes de producción.
Su funcionamiento es relativamente sencillo de entender, a la par que muy eficiente, estimando el ahorro entre el 40-60% del gasto anual.
La instalación tradicional de caldera, ya existente, por lo general no se vería modificada en gran medida, sufriendo leves adaptaciones para incluir el sistema de aerotermia al circuito de climatización.
Es cierto que en algunas instalaciones si es posible que las modificaciones sobre la instalación existente sean mayores, principalmente por los diámetros de tubería utilizados en ellas, que no son válidos para algunas unidades de aerotermia que necesitan tuberías de mucho mayor diámetro.
El sistema conjunto trabajaría del siguiente modo:
– La bomba de calor aerotérmica se dedicaría únicamente a la producción de clima, lo que nos permitiría aprovechar su alto rendimiento, disminuyendo el consumo de la vivienda en ese aspecto. Además, en caso de necesitar su uso en producción de ACS en un momento puntual también podría hacerlo.
– Por su parte, la caldera se centraría en la producción de ACS y podría aportar un apoyo en casos de pico de demanda por parte de la climatización.
Estos aspectos permiten que la máquina de aerotermia a seleccionar no tenga la necesidad de cubrir la totalidad de la demanda de la vivienda, lo que implica que la potencia de la máquina sea menor, reduciendo así su coste y por tanto la inversión inicial.
Además, ambos sistemas pueden trabajar tanto con radiadores como con suelo radiante, y en caso de disponer de este último o de fancoils en la instalación nos podremos beneficiar de la opción de generación de frío en verano, generando un ahorro mayor y reduciendo el tiempo de amortización de la instalación.
Otra ventaja es que, al disponer de dos sistemas de producción, en caso de que uno de los dos sufriera algún contratiempo, la vivienda no quedaría sin suministro ni de agua caliente, ni de clima.
Los sistemas de hibridación son una gran forma de introducir sistemas de generación renovable en instalaciones ya ejecutadas y pueden suponer el primer paso para la reducción del consumo de combustibles fósiles, llevándonos a un futuro cada vez más sostenible.
Desde TECNNIA podemos aconsejarte y diseñar tu instalación a la medida de tus necesidades y en función de las características de tu vivienda.
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