FANCOILS, USOS Y APLICACIONES

Aerotermia-tecnnia
22 de septiembre de 2023

Entre los emisores térmicos utilizados actualmente en el ámbito de la climatización podemos encontrar cada vez más frecuentemente proyectos en los que se prevé la instalación de #fancoils. Estos equipos, son usados como sistemas de aporte de refrigeración y de calefacción, útiles tanto en ámbitos residenciales como en ámbitos comerciales/industriales.

Su nombre es una referencia total a su composición, procedente del inglés fan (ventilador) y coil (batería).

El funcionamiento es bastante sencillo de explicar:

–          A través de una conexión por tuberías, llega agua caliente o fría hasta el fancoil, en concreto hasta la batería o intercambiador.

–          Seguidamente, entra el aire atravesando un filtro que lo libera de posibles impurezas, y es empujado por el ventilador hacia la batería.

–          El aire que atraviesa la batería y absorbe la #energía, bien sea frigorífica o calorífica, enfriándose o calentándose.

–          Finalmente, este aire ya climatizado se expulsa a la estancia o se conduce a través de los conductos que lo lleven a la zona climatizada final.

–          Durante el intercambio de calor, se producen una serie de condensados debidos al cambio súbito de temperatura. Estos condensados son recogidos en una bandeja de condensados y extraídos a través de un desagüe.

La clasificación según su ubicación nos da diferentes modelos, destacando principalmente:

–          Fancoil de pared/suelo: Su uso principalmente se centra en viviendas ya que su diseño permite utilizar las conducciones de los radiadores clásicos.

–          Fancoil de techo: Ubicables en la parte superior o en el falso techo de la vivienda. El aire es expulsado mediante rejillas.

–          Fancoil tipo casette: Este tipo queda situado en el falso techo y expulsa el aire directamente hacia abajo. Suele ser más utilizado, por ejemplo, en oficinas.

–          Fancoil de conductos: Se ubican en el falso techo, normalmente de estancias menos útiles como baños y suelen disponer de mayor caudal de aire y presión disponible, para que el aire climatizado recorra el conducto hasta la estancia final.

Su uso y aplicación puede asemejarse al de una instalación de aire acondicionado, pero con algunas diferencias, siendo la principal y más destacable, el uso de agua como fluido que circula por su batería, en lugar de gas refrigerante como utilizan los sistemas de expansión directa. Es por ello, que en los últimos tiempos se ha popularizado su instalación a nivel doméstico, dado el auge de instalaciones de bombas de calor tanto aerotérmicas como geotérmicas, sobre todo en combinación con sistemas de suelo radiante/refrescante, ubicando los mismos en aquellas estancias que por sus características constructivas o de ocupación puedan requerir de un aporte térmico extra en determinadas circunstancias. Su buena sinergia con estas tecnologías representa ventajas en numerosas ocasiones frente a sistemas convencionales de aire, como el hecho de no requerir de unidades exteriores adicionales, o un menor coste económico.

Dejando a un lado las instalaciones residenciales, es a nivel industrial/comercial donde realmente los fancoil cobran un mayor protagonismo, ya que este es el uso principal para que fueron concebidos, siendo en estos casos utilizados no como apoyo secundario de otro sistema, sino como medio principal de climatización. Hablamos en este caso de hoteles, centros comerciales o instalaciones que requieren de un dimensionamiento de potencia y características totalmente diferente a las domesticas, con parámetros de diseño específicos para estos usos. En estos casos podemos encontrar equipos que pueden clasificarse entre sistemas a 2 tubos o a 4 tubos, contando estos últimos con dos baterías de agua, pensados para circunstancias en las que pueda ser necesario aportar calefacción y refrigeración indistintamente en locales diferentes de forma simultánea.

Una vez explicadas sus dos grandes campos de aplicación, desde Tecnnia queremos llamar a la atención respecto a una cuestión que se nos plantean a menudo a la hora de abordar el diseño de un proyecto:

Hay que tener en cuenta, que los fancoil que se instalan en viviendas comúnmente, están concebidos como apoyo de un sistema principal, por lo tanto, su dimensionamiento es totalmente diferente del que tendrían en caso de ser el único sistema de climatización existente. Es importante saber que estos equipos tienen como función principal mover el aire de la estancia para favorecer la convección a la vez que enfrían o calientan levemente el mismo. De esta forma se refuerza el sistema principal, suelo radiante en la mayoría de los casos, que cuenta con una capacidad limitada de refrigeración. Si fueran necesaria una mayor capacidad de climatización que esta, es mejor recurrir a un sistema de aire acondicionado mediante expansión directa correctamente dimensionado. La explicación de esta circunstancia se basa en el hecho de que la mayoría de equipos domésticos de aerotermia o geotermia cuentan con potencias inferiores a 20kw, por lo tanto, si ya estamos derivando gran parte de esta capacidad al sistema de suelo radiante o a la producción de ACS, no podemos esperar contar con una gran carga, teniendo en cuenta que contaremos con un salto térmico de entre 5 y 7 grados, que la bomba de calor tendrá problemas para mantener en el

tiempo, sobre todo si la demanda permanece constante o si sobre todo si hay más de un fancoil encendido simultáneamente. No podemos comparar estas circunstancias con las de un sistema industrial en el cual se cuentan con enfriadoras o bombas de calor con elevadas potencias, y en los cuales los requerimientos de tamaños y emisiones sonoras ajustadas son menos exigentes. En estos últimos podemos contar con instalaciones de producción con temperaturas de trabajo constantes a 7 grados en refrigeración, por ejemplo, lo que permite obtener el máximo rendimiento del fancoil.

Obviamente existen excepciones a este escenario, pero es el más habitual en la tipología de vivienda más comúnmente construida. Por ello, desde Tecnnia recomendamos siempre la realización previa de un estudio de las necesidades de cada caso concreto, pues el éxito de la instalación depende de un gran número de factores que deben ser tenidos en cuenta.

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