Los sistemas VRV (Volumen de Refrigerante Variable) o en inglés VRF (Variable Refrigerant Flow) son sistemas de #climatización con un funcionamiento parecido al de cualquier sistema de aire acondicionado, pero con unas particularidades que los hacen ser más eficientes y muy útiles para climatizar grandes superficies.
El principio de funcionamiento es el mismo a los sistemas más tradicionales: un gas refrigerante que mediante cambios de presión y, por tanto, de temperatura absorbe/cede calor entre el interior y el exterior en función del modo de trabajo que este realizando, bien sea calefacción o refrigeración.
La disposición de equipos también es semejante. Una unidad exterior que dispone en su interior del compresor y el condensador, una conexión mediante tuberías por donde circule el refrigerante y el número de unidades interiores necesarias.
La gran diferencia con los sistemas de aire acondicionado tradicionales y lo que hace de estos sistemas una opción idónea para la climatización del sector terciario es el gran número de unidades interiores que permite instalar utilizando una única unidad exterior, gracias a la gran gama de potencias disponibles y a su sistema de distribución mediante las llamadas juntas “refnet” o cajas de distribución situadas entre la unidad exterior y las interiores.
Los sistemas tradicionales, regulados con termostatos, arrancan el compresor cuando detectan un dato de temperatura inferior al establecido y dejan de trabajar cuando el dato es superior al fijado. Sin embargo, los sistemas VRV actúan de forma gradual y, a medida que la temperatura se aproxima a la temperatura objetivo, modulan la cantidad de refrigerante enviada. Esto permite un control más exacto de la temperatura y un trabajo más eficiente del compresor ya que trabajará a distinta intensidad en función de la demanda necesitada.
Este tipo de sistema fue inventado en 1982 por la empresa Daikin en Japón y han ido evolucionando hasta nuestros días.
Actualmente podemos destacar dos tipos de sistema, los sistemas VRV con recuperador de calor (o de tres tubos) y los sistemas VRV de bomba de calor (o de dos tubos).
Estos últimos, no tienen ninguna particularidad, y las unidades interiores que dependan de la misma unidad exterior solo podrán trabajar todas al unísono en modo #calefacción o refrigeración.
Por su parte, los sistemas de tres tubos con recuperación de calor permiten que parte de las máquinas interiores estén trabajando en calefacción y otras en refrigeración. Para ello, el refrigerante absorbe calor de las salas en las que está trabajando en modo refrigeración y es utilizado en las salas que demandan calefacción. Esto permite reducir la carga del compresor e incrementa notablemente la eficiencia del sistema, permitiendo climatizar grandes superficies con consumos muy bajos.
Como elemento común a ambos tipos, tanto los de 2 como 4 tubos permiten la posibilidad de zonificar totalmente las zonas, con diferentes temperaturas o incluso activando unas y dejando sin funcionamiento otras.
Este sistema constituye una alternativa a los sistemas de climatización mediante enfriadoras y fancoils, de los que ya hemos hablado en anteriores artículos, presentando ciertas ventajas en determinadas circunstancias, como pueden ser una mayor modularidad o su alta eficiencia energética. Por contra, su diseño e instalación resulta más complejo, debido a que se trabaja con gas refrigerante en lugar de con agua, por lo que se requiere de una mayor cualificación profesional para todo el proceso de instalación.
Su aplicación principal son instalaciones de gran formato como hoteles, oficinas o edificios destinados a todo tipo de usos, pero también se realizan proyectos para viviendas de grandes dimensiones, pues en los últimos años los fabricantes han desarrollado equipos incluso para potencias próximas a las de sistemas domésticos.
Si necesitas ampliar información acerca de estos sistemas, o quieres hablar sobre tu proyecto, en Tecnnia estaremos encantados de atenderte.
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